Hoy vamos con un risotto fácil, vistoso y de apuesta segura con esas gambas, espinacas y queso de cabra. En el mundo de los risottos hay una variante para cada gusto, aunque todos guardan en común ese punto meloso y cremoso del arroz tan importante, por eso, cuando vayamos a hacer un risotto, es muy importante hacerlo con un buen arroz, alguno que tenga mucho almidón y con el que sea más fácil conseguir ese punto cremoso en el plato. El arborio y el carnaroli son los más adecuados. No seáis ratas en este aspecto, que gastar un pelín más en el arroz os garantiza mejores resultados! Si no disponéis de ninguno de estos.. pues un arroz bomba también nos va bien.
Es importante que el caldo que usemos se encuentre siempre caliente en una olla al lado de donde cocinemos el risotto, importante que cuando echemos el caldo, este apenas cubra el arroz y que no haya granos de arroz flotando, e igual de importante es el punto del arroz, a mi me gusta al dente, digamos que el arroz esté entero pero no duro, que si partimos un grano de arroz no veamos un puntito blanco en el centro, pero eso, cada uno como le guste. Otro consejo que os puedo dar, sin ser yo un experto risottero (¿se dirá así?) es que remováis de vez en cuando pero sin pasaros o conseguiréis que el arroz suelte demasiado almidón y os quede una masa incomible.
Ingredientes para 2 personas:
2 puñados de arroz a ser posible, arborio
1 litro de caldo de pollo (os sobrará seguro)
100gr de espinacas frescas
10 gambas rojas peladas y limpias con sus cabezas para el caldo
setas (las que queráis)
queso de cabra
un manojo de perejil fresco
queso rallado, a poder ser parmesano
2 chalotas
mantequilla
Empezamos preparando el caldo, en una olla con un poco de aceite salteamos las cabezas de las gambas, las doramos durante 1-2 minutos y añadimos el caldo de pollo, dejamos que llegue a ebullición a fuego lento.
Mientras ponemos otra olla con abundante agua , cuando hierva echamos las espinacas y el perejil, dejamos 30 segundos ahí, las sacamos y las enjuagamos con agua fría. Así hemos fijado la clorofila y estarán más verdes, y con el agua fría cortamos la cocción y así no se nos pasan.
Añadimos las espinacas y el perejil al caldo de pollo con las cabezas de las gambas y trituramos muy muy bien con la batidora, colamos el caldo y reservamos.
En una sartén grande con mantequilla pochamos las chalotas cortadas finamente, añadimos el arroz y lo doramos 1 minutos, añadimos las setas, removemos bien y vamos a empezar a echar el caldo.
Para un risotto es esencial echar el caldo de poco a poco para que el arroz vaya soltando su almidón y quede cremoso, por eso vamos a añadir el caldo así, cubrimos el arroz y cuando veamos que se va evaporando añadimos otro poco más, removiendo de vez en cuando para ayudar a que suelte ese almidón. Cuando veamos que el arroz está a nuestro gusto añadimos una nuez grande de mantequilla, ponemos a punto de sal y pimienta, removemos y preparamos para servir.
Servimos el risotto, encima colocamos las gambas que habremos salteado, el queso de cabra, el parmesano rallado y algunas setas, (curraros la presentación que es muy fácil quedar bien con cuatro tonterías!), y ya esta, como veis es una receta muy fácil y muy sabrosa, espero que os guste y que la disfrutéis!
Como siempre, magnifico. Un mar y montaña de libro. Eso, hay que currarse las presentaciones y por supuesto lo de la calidad del arroz. Es como si a un coche gasolina le pones diesel y son centimos lo que supone comprar un arborio o carnoli
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Muchas gracias Juan! Si es que muchas veces nos gastamos el dinero en tonterias y en lo que realmente nos hace disfrutar escatimamos.. Me alegro que te guste la receta maestro!
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