Lo que traigo hoy es una de esas recetas fáciles que siempre quedan bien en la mesa cuando tenemos invitados. Muy fácil de hacer, tanto que lo podemos hacer mientras terminamos de preparar la cena/comida o nos tomamos una cerveza o un vinito, si ademas tenéis un poco de arte y las colocáis en algún recipiente chulo lucirán el doble.
Este, es uno de esos entrantes muy sencillos y que apenas requiere elaboración, que al tener pocos ingredientes, estos están muy marcados en el sabor, por lo tanto, lo que requiere son unas buenas materias primas, unas buenas espinacas baby, un buen queso de cabra y un puerro bien fresco.
Esta digamos que podría ser la receta básica, a la que se podrían añadir algunos ingredientes mas como piñones, por ejemplo. Aunque pensar que la gracia de una piruleta como esta es precisamente que sea un entrante ligero y con sabor marcado.
Bueno, dicho todo esto y como este plato no tiene mucha más historia vamos al lío.
Ingredientes para 4 piruletas (al gusto de cada uno):
8 obleas de empanadillas
un puñado de hojitas de espinacas
un trozo de la parte blanca del puerro
queso de cabra
1 huevo
4 palos de brochetas o similares
Empezamos lavando las espinacas y el puerro, las espinacas las picamos un poco, que queden trozos grandes pero no las hojas enteras, el puerro lo cortamos en juliana, osea a lo largo en tiritas.
Colocamos una oblea, y sobre ella colocamos un poco de espinacas, un poco de puerro y una pizca de queso de cabra desmenuzado. En medio del relleno colocamos los palos que tengamos para hacer las piruletas. Mojamos los bordes con un poco de agua y colocamos otra oblea encima, pintamos ambas con el huevo batido y metemos al horno a unos 180 grados unos 5 minutos o hasta que veamos que se doran, por dentro los ingredientes se habrán cocinado un poco, manteniendo todo su sabor.
Podemos servirlas tanto en frío como en caliente, aunque yo las prefiero de esta último forma. Podéis presentarlas en un vaso ancho lleno de sal gorda o directamente en un plato, a vuestro gusto.
Que tipo de queso de cabra has utilizado, el de rulo? Hay tantos…
Me gustaMe gusta
Hola Ruth, si, usé de rulo de cabra, pero realmente puedes usar el que más te guste. Un saludo.
Me gustaMe gusta
Geniales!!!!. Me surge una pregunta, hay que darles la vuelta para que se hagan por las dos caras?. No me gustan las chuches pero con estas piruletas arraso.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo no les di la vuelta y quedaron bonitas, un lado plano y el otro con volumen. Aunque eso es a gusto del cocinero. Un abrazo maestro!
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡ que original ! y tiene muy buena pinta¡¡ las probaré¡¡ saludos¡¡¡¡¡
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Victoria un placer volver a verte por aquí un saludo!
Me gustaMe gusta
No se si a mi me quedarán igual de bonitas, pero estoy deseando probarlas porque son fáciles y se ven super ricas!! Un bonito jarron lleno de esas piruletas en el centro de la mesa y seguro te has ganado a todos los comensales. Un beso!
Me gustaMe gusta
No te quedarán igual de bonitas.. te quedarán mejor ya veras! son súper fáciles y como tu dices quedan muy bien en un jarrón en el medio de la mesa, un toque para una cena de amigos 😉 encantado de tenerte por el blog Noelia un saludo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Que buena idea, tienen que estar buenísimas, crujientes y con esa combinación infalible para el relleno. Quedan apuntadas.
Un abrazo!!
cookingexperiences.wordpress.com
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Alberto, la verdad que con un relleno de espinacas y queso de cabra es casi imposible que esté malo jeje un placer volver a tenerte por aquí un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona